El encuentro con el resucitado
Preacher: Rvdo. Carlos M. Cruz Moya Series: Sermones 2025 Verse: Luke 24:1–12
El encuentro con el resucitado
Rvdo. Carlos Cruz Moya [34:47]
2025-04-20 Domingo Resurrección.
[13:53] El cristianismo es la religión que enfrenta la muerte. [22:46] La iglesia sigue proclamando que Cristo venció la muerte y el Espíritu de Dios, por medio del Evangelio, sigue cambiando las vidas porque solamente lo que está vivo cambia vida.
Lucas 24, versículos de 1 al 12, lectura de nuestra liturgia hoy para el domingo de resurrección.
Pero como muy bien dijo el anciano Jaime Zapata, todos los domingos la iglesia de Cristo celebra la resurrección, por eso se reúnen domingo, porque Cristo es nuestra nueva Pascua y se hace patente al vencer la muerte.
Pero al mismo tiempo, tenemos que observar que esta semana, como dije en el programa de radio anoche, es una semana de crímenes. ¿Y por qué una semana de crímenes? Un grupo de hombres estaba resuelto en asesinar a Jesús y por lo tanto traman un complot conjuntamente, y voy a usar términos hasta de espionaje, conjuntamente con una fuga que había en el liderato de Jesús, un hombre que se llamaba Judas.
Por lo tanto, para poder construir todos esos crímenes de violencia física, de engaño, de complot, de sabotaje, de compra de influencias, para llegar al asesinato, toda la semana se estuvo observando al objetivo, que era Jesús. Y por lo tanto, si el plan salía como estaba organizado, como estaba planeado, pues el tiro de la mira al blanco, al target, como dicen en inglés y como dicen ese barbarismo en español, la tarjeta, Jesucristo de Nazaret, al final el complot iba a salir perfecto.
Y ese grupo de gángster, de patanes, iban a salir triunfantes. Ahora, hay algo muy importante que nosotros tenemos que tener claro, y es que cuando el pecador no puede observar, y cuando los seguidores de Jesús no pueden abrir su mente, en medio de todo ese complot, en medio de aquello que ellos creían que tenían el control, Dios tenía el control. En medio de las interrogantes que tenía el pueblo, o los seguidores de Jesús, cómo es posible lo que está ocurriendo, Dios estaba realizando su plan, y Dios utilizaba, escuche, Dios utilizaba el pecado de los seres humanos para que el plan de Dios contra el pecado y contra la muerte y contra Israel se cumpliera. Y cuando ellos creían que su triunfo estaba en sus manos, Dios se reía de ellos.
[3:21] Oramos, Dios verdadero, te damos gracias, Señor, porque en tu infinita sabiduría y misericordia y gracia nos permites exponer tu palabra. Perdónanos, Señor, porque te hemos sido infiel, pero tú permaneces fiel. Escóndenos bajo la sombra de la cruz y que tu nombre sea glorificado, que llegues al corazón de los tuyos, según tu palabra, que es la voz del Espíritu, en el nombre de Jesús. Amén.
[4:10] El versículo 1 dice, el capítulo 24, el primer día de la semana, muy de mañana, vinieron al sepulcro trayendo las especias aromáticas que habían preparado y algunas otras mujeres con ellos.
El camino hacia el sepulcro, desde el punto de vista de los organizadores de este plan, era el camino de la victoria de ellos. El camino que iban a recorrer las mujeres era el camino de la resignación. ¿Oyó? El camino de hacer lo último por todo el amor que le tenían a Jesús.Que por lo menos su muerte, en cierta medida, fuera digna. Y como no habían terminado, porque Jesús muere en el día de la preparación, para el día de reposo, y no tuvieron tiempo, pues querían completar las tareas judías de ungir un cuerpo.
Por lo tanto, se dirigían al sepulcro tristes, resignadas, pero con muchas interrogantes. ¿Oyó, hermano? Y usted preguntaría, ¿y cómo usted sabe eso, pastor? Bueno, póngase en el lugar de ellas, de esas mujeres. Póngase en el lugar de los apóstoles. Las interrogantes que tenían, pero ¿qué pasó aquí? Muchos de ellos ya estaban escondidos.
El Sanedrín estaba envalentonado. Al Imperio Romano le importaba un pito, ¿oyó? Pilato no le importaba. Bueno, se sorprendió cuando fueron a buscar el cuerpo del maestro. Se sorprendió que estuviera muerto. Se había olvidado de él. Pero el Sanedrín estaba envalentonado. Cómo se envalentonan los gángsters Cuando logran matar a su competencia. O cuando en nuestro país los que se quieren adueñar de los puntos de droga se matan entre ellos. Y el que sale triunfante, que durará un año o dos años, ese es su gran triunfo, se pavonea controlando ese punto.
Por lo tanto, lo que tenemos es una escena tétrica para los seguidores de Jesús. Y ahí está el problema, hermanos. Ahí reside el problema. Porque nosotros tenemos que entender que Dios tiene el control de las cosas. Y cuando las cosas están más tétricas, ahí es que tenemos que entender que nada ocurre si no es por la voluntad de Dios.
[7:26] {2>} Oiga, el versículo 2 y 3 dice, Y hallaron removida la piedra del sepulcro, y entrando no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. En otro de los evangelios nos dice, porque Lucas resume, que ellas preguntaban, ¿Quién nos va a mover la piedra? Sabían que era una piedra muy grande. Pero también sabían que había una guardia romana, de posiblemente seis soldados, frente a la tumba de un muerto. ¿Oyó? Y tenía el sello del imperio, el sello romano, en la tumba de un muerto. Así de miedo le tenían a Jesús. Por lo tanto, lo más seguro, ellas pensaron, pues hablamos con los soldados y nos mueven la piedra. Pero ellas vivan resueltas en su dolor a terminar su trabajo. A no desviarse de su empeño. A no mancillar su amor por el Maestro. Y muchas veces tenemos dolor en nuestra vida, hermano. Tenemos pérdida siendo miembros del cristianismo, miembros de la Iglesia de Cristo. Tenemos profundos problemas. Y el ejemplo de estas mujeres nos dicen que a pesar del dolor, a pesar del imperio, a pesar de la soldadesca que estuviera frente a esa tumba, ellas no se detenían. Y así debe ser nuestra vida con Jesús. Porque lo que quiere el reino de las tinieblas, es que en medio de tu dolor, de tus preguntas, tú te detengas en tu fe. Y esas mujeres no se detenían. ¿Pero qué pasa? Era la hora de descubrir el plan de Dios.
[9:39] ¿Sabe, hermano? Las películas de venganza norteamericanas son las más vistas en los Estados Unidos. Por eso John Wick tuvo tanto éxito en Equalizer también. Todas esas películas tienen mucho éxito. Y a su pastor que le gusta ver el triunfo del bien, a mí me encanta. Porque en su simplonería, tú te preguntas y dices, ¿y crees que a la larga la justicia vencerá? Y eso no lo tenían claro todavía estas mujeres. Por eso, cuando hayan la piedra removida ya, entran en otra interrogante. Y entonces deciden entrar a la tumba.¿Cuántos de ustedes hubieran decidido entrar a la tumba? ¿O todavía tienen ustedes supersticiones de los muertos? Porque el que está muerto, muerto está, ¿yo? A nadie se le aparece. El único que aparece es el que está vivo. ¿Me estoy oyendo? Oiga, entonces ellas están perplejas.
[11:30] Miren el versículo 4. Aconteció que estando ellas perplejas por esto, es aquí, separaron junto a ellas dos varones con vestiduras resplandecientes. ¿Sabe? Otro evangelio dice, como un rayo, como un relámpago. Así brillaban esos hombres. Así que en medio del más grande milagro que ellas iban a observar, aparece otro milagro. El cielo se aparece a ellas. Para explicarles que en medio de una semana de crímenes, en medio de un complot de sobornos y de asesinato, Dios tenía el control. Oiga, dice que ellas estaban pasmadas, perplejas. El otro evangelio dice que estaban asustadas.
[12:31] Ahora, mire cómo dice el versículo 5. Y como tuvieron temor, bajaron el rostro a tierra. Lógico, están frente a seres celestiales. Y ellas, como buenas judías, lo saben. Conocen el Antiguo Testamento, conocen las intervenciones de Dios con ángeles o en teofanías. Y bajan sus rostros en señal de respeto, por miedo. Y ellos le hacen una pregunta, que debe ser la pregunta clave de toda esta perícopa. Dice, ¿por qué buscáis entre los muertos al que vive? ¿Por qué no entienden que ese complot, que esa semana de crímenes, que esa semana cruenta de humillación al Maestro y de asesinato, que esa semana de confusión de ellos, no iba a evitar que la muerte fuera derrotada? ¿Qué hacen ustedes buscando entre los muertos al que vive? Por eso es que el cristianismo, se lo he dicho muchas veces, el cristianismo es la religión que enfrenta la muerte.
[14:00] Las otras religiones lo que hacen es negociar, pero el negocio de ellos es inventar, ¿oyó? Inventar. No, lo que pasa es que cuando tú mueres, reencarnas, ¿verdad? Nunca te acuerdas de la vida pasada. No, pero hay gente que te hipnotiza y te acuerda de la vida pasada, sí. Y yo soy Cristóbal Colón. {<} No, pero es interesante, ¿verdad? Porque regularmente cuando te acuerdas de tu vida pasada, fuiste un príncipe, una princesa, fuiste un héroe increíble. El General Patton, no es broma, George Patton creía que él había sido un general romano en el pasado. No era un simple soldado, él se creía, porque él creía en la reencarnación. Él había sido un general romano. Y todas esas religiones de muerte lo que hacen es, ¿qué? Negociar con la muerte, porque no pueden bregar con ella.
Pero el cristianismo no vino a negociar con la muerte. El cristianismo vino a ponerle cara a la muerte. Jesucristo vino para derrotar la muerte. Aquí no hay negocio con la muerte. Aquí le decimos a la muerte que tiene sus días contados. Y usted dirá, pero Pastor usted se va a morir y todo aquí el mundo se va a morir. Claro que nos vamos a morir. Ese es el engaño de la muerte. Eso es lo que pasó en esa semana de crímenes. Que la gente veía, ¿qué? El engaño. Y no veía el mensaje que estaba adentro, codificado. Como el mensaje de los espías. Ahí estaba el mensaje. Los días de la muerte están contados. Y un día, nosotros nos vamos a levantar de la muerte. ¿Y por qué lo sabemos? Porque Jesucristo venció la muerte. Ahora, si nuestro Salvador se hubiera quedado en la tumba, primero no fuera nuestro Salvador.Vamos a empezar por ahí. Todo aquel que cree en religiones de muerte y cree que su fundador, que ya se pudrió y está hecho polvo, es su Salvador, su salvación es muerte. Pero el cristianismo nos enseña que así como Cristo resucitó y venció la muerte, nosotros vamos a vencer la muerte. Por eso nosotros no buscamos entre los muertos al que vive.Por eso no oramos a santos muertos y a vírgenes muertas. Nosotros oramos al que vive. Por eso los ángeles le dicen a esas mujeres, ¿por qué buscan entre los muertos al que vive?
[17:16] Pero añade, mire lo que dice. Versículos 6 y 7. No está aquí, sino que ha resucitado. Ha vencido la muerte. Acordaos de lo que os habló cuando aún estaba en Galilea, diciendo, es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de hombres pecadores y que sea crucificado y resucita el tercer día.
Pero el problema era, que yo se lo he explicado muchas veces aquí, que los discípulos, los apóstoles, oían solamente a esta crucifixión. No oían la parte de la resurrección. ¿Y usted sabe cuál es el problema de eso? Cuando usted tiene ya una idea preconcebida y un reino construido. Y ellos tenían ya su reino construido. Ellos habían concluido que Jesús iba a vencer al Imperio Romano, se iba a entronizar sobre los emperadores, y ellos iban a reinar con Jesús. Por eso, eso de morir crucificado como un vil ladrón, como la escoria del mundo, como que no cabían en su plan y no escuchaban, o posiblemente pensaban, bueno eso se refiere a otra cosa. Y así se lo comunicaban a las mujeres.
[18:45] Por eso el versículo 8 dice, entonces ellas se acordaron de sus palabras. Mira que interesante como es la mente, oye hermano. {>} Así es la mente, selectiva, por departamento, como hacían los nazis.
Alemania tenía una cultura increíble, la más grande de toda Europa. En música, en arte, bueno. Y llegó un pintor de Viena, mal pintor, ese muchacho, malísimo, que no fue aceptado en la Academia de Arte de Viena en Austria, y los convenció a todos que eran la raza superior. Entonces usted veía a los alemanes yendo a oír la ópera o música clásica a Wagner, ese gran compositor antisemita, pero increíble compositor. Iban a todos sus teatros mientras el humo de las calderas de los campos de concentración y las chimeneas se calentaban en una forma por la grasa de los cuerpos humanos. Y ellos seguían gozando.
Así es la mente del ser humano. Olvida lo que le conviene, departamentaliza lo que quiere. Y aquí ellos hicieron lo mismo. Olvidaron lo que les convenía para que su reino construido por ellos no se afectara. El problema es que el que controla la historia se llama Dios. El que controla al ser humano, el que utiliza sus pecados para que el plan de Dios se cumpla, es Dios. No hay nada que tome por sorpresa a Dios. Su soberanía es sobre todas las cosas. {<2} Y ellas se acordaron. Yo no sé si a usted le ocurre, ¿verdad? A mí me ocurre muchas veces. Que puede decirme mi esposa algo y de momento me despierta un recuerdo de mi niñez que yo tenía por allí perdido en mi mente. Y yo digo, oye, tú me acabas de acordar algo. Y le cuento esos detalles que te despiertan la memoria. Pues aquel detalle fue bien fuerte, ¿oyó? La tumba estaba vacía y el cielo bajó para anunciarle a esas mujeres que Jesucristo había vencido la muerte.
[22:12] Oye hermano, en medio del susto de la noticia increíble de los eventos que iban a cambiar la historia del mundo, porque hoy, domingo, alrededor del mundo se proclama la resurrección de Cristo y aunque los impíos teólogos liberales no quieren quitar la resurrección, ellos han ido desapareciendo y muriendo y [22:46] la iglesia sigue proclamando que Cristo venció la muerte y el Espíritu de Dios, por medio del Evangelio, sigue cambiando las vidas porque solamente lo que está vivo cambia vida. Oye, entonces ellas regresan.
[22:12] Miren el versículo 9. Y volviendo del sepulcro dieron nuevas de todas estas cosas a los once y a todos los demás. O sea, no solamente los apóstoles, habían otros. Y yo me les imagino, mira, hemos visto y hemos visto y la tumba estaba vacía. Yo no podría ni hablar. Sus palabras, lo más seguro, se agolpaban. Entonces las identifica Lucas, hace una identificación de estas mujeres. En los Evangelios hay mayor identificación. Habían otras mujeres que fueron al sepulcro. Dice que eran María Magdalena. ¡Oh, María Magdalena! Que Jesús cambió su vida para siempre. Que era una mujer endemoniada. Y Jesús transformó su vida porque el Evangelio es transformar la vida del ser humano. Porque el Evangelio es que si tú eres ladrón, ya no robas más. Y si eres mentiroso, ya no mientes más. Y si eres promiscuo, ya no eres promiscuo. Porque eso te daba sentido a tu vida, pero al mismo tiempo estabas muerto, sin felicidad, hasta que Jesús llega a tu vida.
[24:32] Oiga, y María Magdalena estaba siempre ahí presente con el Maestro. María Magdalena y Juan y María, Madre de Jacobo, y las demás con ella. Ve, había más mujeres quienes dijeron estas cosas al apóstol. O sea, desde el punto de vista legal romano y desde el punto de vista legal judío había más de dos testigos. Pero había un problemita. Cuando los crímenes de esas semanas absorbían el espíritu y la mente de los apóstoles. Cuando la negación de Pedro lo destruía. Cuando la huida de los apóstoles se convirtió en la huida de los cobardes. Cuando las interrogantes negativas arropaban el ánimo de esos hombres y de esas mujeres.
[24:46] Mira lo que dice el versículo 11. Mas a ellos les parecían locura las palabras de ellas y no las creían. Otro traductor dice que para ellos parecían disparates. Estas mujeres se volvieron locas. No dudo que alguien dijo ¿Para qué mandan esas mujeres a hacer eso? Tú sabes cómo son. No escuchaban el testimonio de esos testigos. No escuchaban la voz del espíritu por medio de esas mujeres. No escuchaban que la muerte está muerta. De verdad.Que la muerte iba a desaparecer. No escuchaban que ya pertenecían a otros reinos. Que no era el reino que ellos habían construido. Un reino que iba a arropar el mundo.
Por eso dos mil años después nosotros estamos aquí. Porque ¿qué usted hace aquí? Recuerden mi famosa pregunta. ¿Qué usted hace aquí? Si usted no cree en la resurrección ¿qué usted hace aquí? A menos que esté de visita ¿verdad? Y esté oyendo el evangelio. Pero si usted viene regularmente y no cree. ¿Qué usted hace aquí? Mira ahí está Mar Chiquita. Está el balneario de Isla Verde. Están los hoteles. Están los cines.
Y usted está aquí oyendo un puertorriqueño y usted no cree. No hay mucha razón en esto. Y ese era el problema de los discípulos. Que todavía no entendían que el reino iba a arropar al mundo.
[27:55] Pero había uno. El hombre de los extremos. El hombre que movía las cosas. Porque después que yo le hablé de Pedro yo me puse a meditar nuevamente en la vida de Pedro. Y muchas veces hace falta esos hombres y mujeres de extremos porque son los que mueven las cosas. Y Pedro movía las cosas. Y por eso es, como le dije la pasada vez, que cuando ve a Jesús caminar por el mar es el primero que se tira. Los otros ni se atrevían. Lo más seguro es que yo hubiera estado allí también. Estuviera allá adentro yo. No, vete tú, estás loco. Y movía las cosas. Oye, y cuando fueron a arrestar a Jesús saca la espada y le corta la oreja al hombre que iba a arrestar a Jesús, el hombre de extremos. Interesante lo que le dice Jesús, ¿verdad? Pedro, guarda tu espada. Tú no crees. Nunca se olviden esas palabras de Jesús. Tú no crees que si yo oro a mi padre él me envía doce legiones de ángeles que ahora añado yo, yo. Y hace polvo al Imperio Romano. Lo desaparece del planeta Tierra.
Esa obediencia pasiva de Cristo hacia la cruz dentro de esa semana de crímenes que va cumpliendo el plan de Dios y el pacto de redención. Y ante la aparente derrota y victoria de sus enemigos y el placer de verlo muerto Dios estaba triunfando sobre la incredulidad del sanedrín, del inútil sanedrín sobre el Imperio Romano y buscando los corazones para que la vida del Imperio Romano cambiara y para que la Iglesia de Cristo avanzara. Si usted no puede ver eso en esa semana de crímenes usted no conoce a Jesús.
[30:25] Oiga, mire el versículo 12. Pero levantándose Pedro escuche lo siguiente. Yo dudo que Pedro, yo no tiene que pensar como yo estuviera entre los que dijo esta mujer es tan loca. ¿Usted sabe algo? Porque Pedro tenía una necesidad. Pedro necesitaba perdón. Y cuando oyó eso la esperanza se despertó en él. Fue a buscar a Jesús. Oh hermanos, cuando le fallemos a Jesús cuando le demos la espalda a su ley forramos hacia Jesús como Pedro. Porque él nos ama profundamente. Por eso uno de los evangelios dice búsquelo que uno de los ángeles dijo ve anúnciale a los apóstoles y añade y a Pedro mire que interesante no dijo a Jacobo díselo a Matías, díselo, no, no a Pedro, el único que menciona el ángel para que supiera que había esperanza para que supiera que Dios no lo había abandonado que aunque haya negado a Jesús estaba con él. Jesús lo amaba profundamente. Y en esa necesidad de perdón oiga, nace la esperanza cuando oye a las mujeres.
[32:05] Y el versículo 12 pero levantándose Pedro corrió el sepulcro no caminó corrió al sepulcro a buscar a su maestro a buscar aquel que le dio vida a buscar a su amigo que él había traicionado pero que él amaba profundamente ¿sabe? Otro evangelio dice que fue Pedro y Juan los que corrieron a la tumba ¿oyó? Pero Juan le ganó la carrera llegó primero porque era más joven Pedro ya estaba así como yo chavao.
[32:44] Pero Pedro levantándose corrió al sepulcro y cuando miró dentro vio los lienzos solos en otro de los evangelios en el griego nos da a entender que los lienzos estaban en el mismo lugar, pero se habían vaciado. Jesús no se quitó los lienzos hermano Jesús traspasó los lienzos eso fue lo que vio Pedro y se fue a casa maravillándose de lo que había sucedido y regresó a su casa con esperanza regresó a su casa con alegría regresó a su casa ese hombre de extremos hallar a Jesús. Que la resurrección de Cristo hermano sea un nuevo encuentro para nuestras vidas que caminemos hacia el maestro oh Señor te he fallado he pecado contra ti y allí estará el maestro vivo.
No un sueño nada de viajes astrales para encontrarte con Buda nada de esas estupideces vivo, vivo vivo aquí estoy maestro corro hacia ti porque yo estaba muerto y tú me diste la vida. amén.
[34:21] Gracias te damos señor te pedimos en esta hora en el nombre de Jesús que esta palabra sea sembrada en nuestra vida y en nuestro corazón por Cristo Jesús amén
Estamos en silencio hermanos y en meditación. [34:47]
other sermons in this series
Sep 14
2025
Los que aman las tinieblas
Preacher: Rvdo. Carlos M. Cruz Moya Verse: John 3:18–21 Series: Sermones 2025
Apr 6
2025
La Madurez Cristiana
Preacher: Rvdo. Carlos M. Cruz Moya Verse: Romans 5:1–5 Series: Sermones 2025
Mar 23
2025
Viviendo la vida eterna
Preacher: Rvdo. Carlos M. Cruz Moya Verse: Luke 10:25–37 Series: Sermones 2025